Esto que les voy a contar la mayoría ya me lo escucho repetir mil veces, pero no deja de sorprenderme.
Tercera vez en Saigón, las diez cuadras a la redonda que pude visitar ya me las conozco, en el negocio donde compré ropa más de una vez, ya me saludan como el amigo argentino... O sea el banana de la cuadra. Bien ... ya les conté cómo es el tráfico .... miles y miles de motitos, autos algunos menos, sin semáforos. Avenidas anchas doble mano, que se cruzan con otras ... el obelísco sin semáforos, todo vale, cruzarse, vueltas en U, parar, CAOS !!!, pero no chocan. Miles de abejas pero siguiendo al compás "el ritmo en el caos".
La regla para cruzar es: Una vez que te decidís camina y no pares, ellos te esquivan. Sabiendo todo ésto llegué caminando no se adonde ....avenidas doble mano, esquinas entrelazadas. me quedé paralizado. En la primera avenida cruzó un policía desde el otro lado y me ayudo a cruzar (un nabo, ya se) la segunda avenida junté coraje. Y es un cruce con adrenalina, parece Matrix con Nero esquivando las balas en otra velocidad, se siente eso, caminas y las motos como en otra realidad pasan al lado tuyo. Mañana sigo con este nuevo deporte "Esquiven al gordo".
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